Heraldos
Los Heraldos son una facción enigmática cuyas motivaciones son difusas. A menudo se les compara con un volcán inactivo que podría entrar en erupción en cualquier momento, cosa que la Legión tiene muy clara. Los Heraldos dominan la energía de las sombras y las tecnologías que se basan en ella. La Dinastía, astuta, considera que estos conocimientos resultan muy útiles. La familia del emperador hace la vista gorda ante la libertad de movimiento de los Heraldos en la capital. Por desgracia, los lugareños les tienen menos cariño; temen a estos luchadores tenebrosos vestidos de colores oscuros, se apartan de ellos y los insultan a sus espaldas. Los Heraldos se mueven con precisión matemática, son rápidos y letales, de forma que incluso los fuertes y poderosos prefieren evitar la confrontación directa con esta facción.
Legión
La Legión es una facción militarista. Tienen objetivos bien definidos: eliminar la energía de las sombras del mundo y evitar que resurja. Su ideología es rígida, no aceptan la debilidad, no se disculpan ni se justifican por sus acciones, y están dispuestos a realizar cualquier sacrificio necesario por el bien de la humanidad. Esta es la razón por la que el resto de las facciones no les tienen mucho aprecio, por decirlo con suavidad. Los legionarios se someten a las estrictas reglas del ejército y valoran, sobre todo, la subordinación, la dedicación y la voluntad.
Dinastía
La capital de la Dinastía es el hogar de miles de escuelas de artes de combate; un denso enjambre en el que una persona lo suficientemente carismática o combativa puede reunir masas de seguidores. El ritmo de la capital es muy rápido; las gentes de la Dinastía no conocen otro modo de vida. Por eso, los guerreros que conozcas allí se caracterizarán por su rapidez y su elegancia, y preferirán las armas ligeras. Al apostar por emplear la energía de las sombras con prudencia, el emperador de la Dinastía ha demostrado que, en la práctica, puede servir a la humanidad. Para sorpresa de muchos, el país ha prosperado. No obstante, la Legión no comprende un espíritu tan voluble, y desde entonces cada una de las facciones ha seguido su propio camino.
Los Heraldos son una facción enigmática cuyas motivaciones son difusas. A menudo se les compara con un volcán inactivo que podría entrar en erupción en cualquier momento, cosa que la Legión tiene muy clara. Los Heraldos dominan la energía de las sombras y las tecnologías que se basan en ella. La Dinastía, astuta, considera que estos conocimientos resultan muy útiles. La familia del emperador hace la vista gorda ante la libertad de movimiento de los Heraldos en la capital. Por desgracia, los lugareños les tienen menos cariño; temen a estos luchadores tenebrosos vestidos de colores oscuros, se apartan de ellos y los insultan a sus espaldas. Los Heraldos se mueven con precisión matemática, son rápidos y letales, de forma que incluso los fuertes y poderosos prefieren evitar la confrontación directa con esta facción.
Legión
La Legión es una facción militarista. Tienen objetivos bien definidos: eliminar la energía de las sombras del mundo y evitar que resurja. Su ideología es rígida, no aceptan la debilidad, no se disculpan ni se justifican por sus acciones, y están dispuestos a realizar cualquier sacrificio necesario por el bien de la humanidad. Esta es la razón por la que el resto de las facciones no les tienen mucho aprecio, por decirlo con suavidad. Los legionarios se someten a las estrictas reglas del ejército y valoran, sobre todo, la subordinación, la dedicación y la voluntad.
Dinastía
La capital de la Dinastía es el hogar de miles de escuelas de artes de combate; un denso enjambre en el que una persona lo suficientemente carismática o combativa puede reunir masas de seguidores. El ritmo de la capital es muy rápido; las gentes de la Dinastía no conocen otro modo de vida. Por eso, los guerreros que conozcas allí se caracterizarán por su rapidez y su elegancia, y preferirán las armas ligeras. Al apostar por emplear la energía de las sombras con prudencia, el emperador de la Dinastía ha demostrado que, en la práctica, puede servir a la humanidad. Para sorpresa de muchos, el país ha prosperado. No obstante, la Legión no comprende un espíritu tan voluble, y desde entonces cada una de las facciones ha seguido su propio camino.